¿Cuál fue mi camino de salida de la adicción?

hombre saliendo de la oscuridad de la adicción
(Foto de baona/iStockPhoto.com)
 

En el tiempo que consumí alcohol y cocaína me di cuenta de que en realidad las drogas me estaban consumiendo a mí. Me mantuve engañado pensado que podía dejarlas cuando quisiera, pero eso no pasó, el consumo aumentaba y mi vida iba en descenso. Los seres queridos como mi madre, quien en ocasiones me miraba llorar por la desesperación que vivía al no poder mantener control.

Me sentía agobiado de siempre sentirme mal, de perder en meses lo que me había costado toda una vida. Dejé de decirme las mentiras que justificaban mi consumo y tomé la opción de escuchar a las personas que me querían ayudar.

El camino no era fácil, pero la intención de iniciar de nuevo era fuerte y no estaba dispuesto a perderla. Imaginaba mi vida sin drogas, con mi familia e hijos disfrutando del día a día, me motivaba el deseo de ser feliz, la falsa felicidad que te proporciona la droga no era lo que yo esperaba.

Mi salida de la adicción fue aceptar la ayuda y Narconon fue parte de ella ayudándome a recorrer cada etapa y construir esa salida que yo buscaba.

Mi salida de la adicción fue aceptar la ayuda y Narconon fue parte de ella ayudándome a recorrer cada etapa y construir esa salida que yo buscaba. Gracias a mi fuerza de voluntad y al personal especializado de Narconon que me fortaleció de manera constante desde mi primer contacto con el centro.

Surgió la necesidad de encontrarme a mí mismo, de dejar de destruirme. Era hora de dejar de victimizarme y comenzar a vivir de nuevo, sin drogas.

Estaba cansado de ser mi peor enemigo. Tenía a mis hijos y un buen trabajo que estaba por perder. Sabía que contaba con el apoyo del personal de Narconon y la tecnología del centro. Estaba seguro que había encontrado lo que buscaba.

Mi contacto con el personal fue muy grato. Su profesionalismo y las ganas de ayudar se hacían notar desde el primer encuentro. Me brindaron información a mi familia y a mí. Me sentí nervioso por ser algo nuevo, pero ellos estuvieron en todo momento y eso me hacía sentir más calmado.

Los primeros días no fueron fáciles, pero el amor y sentido que le di a la vida me motivaban a continuar. El programa me ayudó a que durante la Retirada de la droga mis síntomas de abstinencia fueran mínimos. Las vitaminas y minerales que me dieron ayudaban a mi cuerpo a cubrir las deficiencias causadas por el consumo de alcohol, cocaína, mala alimentación y falta de descanso que había tenido antes.

Me sentí seguro en todo momento. Los profesionales del centro trabajan con especialistas de la salud, psicólogos y doctores que se encuentran capacitados para cualquier emergencia.

La segunda etapa fue la desintoxicación donde me recibió un especialista que me explicó con detalle cómo trabaja la sauna en la desintoxicación de los organismos y como ayuda a desechar toxinas, no sólo como resultado de las drogas sino de los medicamentos, la radiación, etc. Me brindó la confianza para seguir con el programa, y entender los beneficios que podía alcanzar, conforme mi cuerpo expulsara las sustancias.

Las vitaminas, horas de sauna y tiempo de correr fueron los pasos de la desintoxicación. También quiero mencionar la niacina, una de las vitaminas, que fue primordial en el proceso, ya que es la que ayuda a expulsar los residuos de drogas del tejido adiposo junto con el aceite y la lecitina los cuales reemplazan las grasas malas por buenas.

Los cambios surgieron desde el primer día. Con el sauna sentí que mi mente estaba más clara y comencé a notar que mi cuerpo tenía energía, como si hubiese recuperado las deficiencias de vitaminas generadas por mi dependencia a las sustancias. Me sentía cada día más cerca del objetivo de ser libre y disfrutar la vida con los que me rodeaban.

Una vez que terminé con el sauna me di cuenta que el siguiente paso era reconciliarme con el entorno social, familiar, laboral y afectivo. Narconon cuenta con una tecnología completa, no sólo hace falta tener un cuerpo limpio sino que hay que trabajar sobre el aspecto de la mente. Comencé a sentir la culpa de los actos realizados bajo los efectos de las sustancias.

El último paso del programa fue un área que se le denomina Academia, donde practiqué ejercicios llamados Objetivos. En ellos recuperé y obtuve nuevas habilidades. De la mano de los especialistas, pude realizarlos con seguridad. Estaba aprendiendo a conocer y manejar mi mente en mi cuerpo limpio.

Realicé los cursos llamados Destrezas para la Vida. En esos cursos pude darme cuenta que existen personas que son positivas y otras que me incitaban al consumo. Aprendí acerca de las características y estrategias de comunicación de ambas para ver cuáles beneficiarían mi transcurso en la vida después del programa para seguir libre de drogas

Pensaba que cursar el programa Narconon era mi objetivo. Pero la verdad es que mi verdadera meta era volver a ser hijo, padre y esposo, recuperar la credibilidad entre mis seres queridos como mi madre quien siempre ha estado presente, mi hermana, mi familia. Recuperé tranquilidad, entendí la honestidad y puse en práctica tomar conciencia de mis actos.

Decidí tomar el control de mi vida. Las drogas y el alcohol, que parecen inofensivos, los encontraba en todo lugar como una manera de convivir y pasarla bien. De modo imperceptible ese último trago me inhibió, hizo que no me diera cuenta de las consecuencias obtenidas bajo la ingesta del alcohol, y me seguía encaminando a sustancias fuertes como la cocaína. Pero me di cuenta de que “conforme aumenta el consumo, más problemas generaba”. La droga parece una salida, pero se convierte en necesaria, y jamás llega a ser una solución.

“El camino no es fácil, pero con intención y la ayuda correcta se puede lograr esa vida sin drogas”.

Gracias al programa Narconon Latinoamérica por ayudarme a vivir mi vida sin drogas.

AUTOR
KP

Kenia Paola Esquer Farias

NARCONON LATINOAMÉRICA

EDUCACIÓN Y REHABILITACIÓN DE DROGAS